Claudia Cedó inaugura una nueva sección dedicada a creaciones sonoras y visuales en tiempos de cuarentena
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Claudia Cedó inaugura una nueva sección dedicada a creaciones sonoras y visuales en tiempos de cuarentena

Claudia Cedó es psicóloga, directora y dramaturga teatral. Ha trabajado en una veintena de espectáculos como Vida a mida y Júlia?, ganadores del Premio Caixa Manlleu; De petits tots matàvem formigues, ganador del Premio Teatro Joven Buero; El Pou, protagonizada por personas en riesgo de exclusión social, ganador del Premio al Compromiso de Girona, y Et Planto, de El Vol del Pollastre. En 2015 ganó el Premio Butaca al Mejor Texto por Tortugues: La desacceleració de les partícules, espectáculo producido y estrenado en la Sala FlyHard de Barcelona, que recibió también la nominación al Premio Butaca al Mejor Espectáculo de Pequeño Formato y dos nominaciones a los Premios La Crítica 2015 a la Mejor Dramaturgia y Revelación. En 2015, Clàudia Cedó gana el V Torneo de Dramaturgia Catalana del Festival Temporada Alta de Girona.

Desde mi ventana

Me levanto
Ordeno un poco la casa.
Hago mi rutina de ejercicios
Me ducho
Me preparo un buen desayuno
Y me pongo a escribir con un café delante
Son las nueve y media
Ella todavía no se ha despertado
Cuando se levante habrá tetas, y siestas, y parloteos incomprensibles que te hacen reír Cuando se levante ya no podré escribir seguido
Lo haré entre toma y toma, cuando se duerma, cuando se quiera quedar en la hamaquita sola
Cuando se levante, ya mi trabajo pasará a un segundo término.
Lo veré desde lejos, como las montañas del fondo, que se vuelven azules
Y las de delante, las más cercanas, son verdes y nítidas, como más importantes.
Pero un día hay alguien que tose sobre otro alguien.
Y ese segundo alguien va al mercado y tose sobre la comida que compran muchos más
Y así empieza a propagarse un virus que acabará llegando a mi pequeña ciudad, obligándonos a todos a recluirnos en nuestras casas.
También a él
Entonces empezará un nuevo día.
Cuando ella se levante habrá tetas, y siestas, y parloteos incomprensibles que te hacen reír Pero yo no dejaré de escribir
Porque no estaré sola con la niña.
Estará él, que podrá verla cada mañana despertar.
Que podrá disfrutarla y cuidarla
Y mi trabajo volverá a ser una montaña de las de delante.
Una de las verdes y nítidas
Una de las importantes.
Me doy cuenta del privilegio de poder vivir así este confinamiento.
De no tener que compartir espacio con quien me trata mal
De tener un espacio que compartir con alguien
De tener encargos que escribir
y un oficio que puedo hacer desde casa.
De no estar enferma ni ser vulnerable a estarlo.
Pero también me ha servido este confinamiento para darme cuenta de lo necesaria que es la igualdad entre la baja de paternidad y la de maternidad.
Porque tener una habitación propia es importante.
Pero también lo es tener tiempo para entrar en ella.

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